Aquí les va una anécdota de cuando estaba en primaria, había pasado un tiempo desde que salio el gameboy color en mi ciudad como todo niño estaba emocionado de tener este aparato que tenia mis juegos favoritos solo que en portátil, les comente a mis padres y solo me dieron negativas de comprármelo (en aquella época ignoraba la situación financiera de mi familia), en fin solo soñaba de poder tenerlo en mis manos para poder disfrutar de entretenimiento sin limite ... bueno casi pues necesitaba 4 baterías AA, implore, pedí, patalee, y no me concedían mi deseo, una semana después de esto mi madre me comento que si quería el aparato tenia que sacar buenas notas en la escuela y hacer mis deberes en la casa, que ingenuo es uno siendo tan pequeños al no darme cuenta que esos eran mis deberes sin tener que ser recompensados, pasado un tiempo llego el día de las madres como cada año en la escuela se celebraba un evento para poder festejar su día, al termino de dicho evento nos fuimos a la casa y ahí fue donde me dio el aparato, estando tan contento como todo niño de primaria daba saltos por toda la casa ya que por fin me cumplieron lo que tanto había pedido, anocheció y fui a ver a mi madre para preguntarle ¿porque me había dado un regalo cuando se suponía que se celebraba a ella?, me comento que mi padre había estado viendo varios aparatos pero que ninguno le convencían a él para poder regalármelo y que cuando lo pedí era la primera vez que pedía algo para mi (por lo general no me gusta deberle nada a nadie), ya que todos los años le celebro a mis progenitores a mi mamá en su día y a mi papá por su cumpleaños que es el mismo día, y nunca había pedido algo que fuera tan costoso para mí, retomando mis memorias estuvo contándome como por varios meses estuvo ahorrando el dinero para poder comprar el aparato y que el día de su cumpleaños era un buen momento para poder regalármelo para que fuera una celebración entre toda la familia. Este recuerdo que acabo de contar es para darles un empujón de que no se necesita una festividad para poder dar una sonrisa a la gente que queremos sino que todos los días son un buen pretexto para hablarles y decirles solamente gracias.
Un día de celebración
- Publicado por : Unknown
- Post date : May 10, 2012
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Aquí les va una anécdota de cuando estaba en primaria, había pasado un tiempo desde que salio el gameboy color en mi ciudad como todo niño estaba emocionado de tener este aparato que tenia mis juegos favoritos solo que en portátil, les comente a mis padres y solo me dieron negativas de comprármelo (en aquella época ignoraba la situación financiera de mi familia), en fin solo soñaba de poder tenerlo en mis manos para poder disfrutar de entretenimiento sin limite ... bueno casi pues necesitaba 4 baterías AA, implore, pedí, patalee, y no me concedían mi deseo, una semana después de esto mi madre me comento que si quería el aparato tenia que sacar buenas notas en la escuela y hacer mis deberes en la casa, que ingenuo es uno siendo tan pequeños al no darme cuenta que esos eran mis deberes sin tener que ser recompensados, pasado un tiempo llego el día de las madres como cada año en la escuela se celebraba un evento para poder festejar su día, al termino de dicho evento nos fuimos a la casa y ahí fue donde me dio el aparato, estando tan contento como todo niño de primaria daba saltos por toda la casa ya que por fin me cumplieron lo que tanto había pedido, anocheció y fui a ver a mi madre para preguntarle ¿porque me había dado un regalo cuando se suponía que se celebraba a ella?, me comento que mi padre había estado viendo varios aparatos pero que ninguno le convencían a él para poder regalármelo y que cuando lo pedí era la primera vez que pedía algo para mi (por lo general no me gusta deberle nada a nadie), ya que todos los años le celebro a mis progenitores a mi mamá en su día y a mi papá por su cumpleaños que es el mismo día, y nunca había pedido algo que fuera tan costoso para mí, retomando mis memorias estuvo contándome como por varios meses estuvo ahorrando el dinero para poder comprar el aparato y que el día de su cumpleaños era un buen momento para poder regalármelo para que fuera una celebración entre toda la familia. Este recuerdo que acabo de contar es para darles un empujón de que no se necesita una festividad para poder dar una sonrisa a la gente que queremos sino que todos los días son un buen pretexto para hablarles y decirles solamente gracias.
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