Intentamos, probamos, experimentamos, tratamos y tratamos en que nuestras ideas sean lo suficientemente grandes y ambiciosas para romper estándares y demoler escepticismos, esto esta muy bien de hecho es genial querer aspirar a algo grande,y sí, ahí viene un pero, ... pero que pasan con aquellas ideas pequeñas casi insignificantes que a veces tienes miedo de decir a los demás e incluso llegas a pensar que no valen nada y no deberías ni siquiera tratar de probarlas, aunque puede ser verdad no significa que sea una mala idea, tener una meta que lograr es muy bueno para los objetivos que nos damos en la vida, las ideas tienen un poco de todo es una amalgama de pensamientos, imaginación y en mi caso particular de dormir mucho... por eso cuando tuve la idea de ir a salvar al mundo que no suena nada realista (no lo es), me decidí a idear una nueva manera de poder hacer (aquí es cuando pongo una anécdota con retoricas y palabras complejas que me hacen ver como un erudito cuando solo soy una persona con pensamientos en un blog) el bien y así ayudar a el mundo... 


Empece a recolectar la basura de mi vecindad para que la basura de todas las familias estén ordenadas en un solo lugar y fuera más fácil poder recogerla, no funciono por que varias personas no querían que tomara sus cosas aunque fuera basura, mmm probé organizar yo mi basura y que fuera fácil diferenciar la orgánica de la inorgánica con contenedores para cada uno de ellos, tampoco ayudo en nada pues aventaban toda la basura en el camión no importando como estaba organizada porque lo que ven ellos es basura solamente, cambie de estrategia de vez de basura probé suerte con que se viera bien el vecindario ofreciéndome para pintar las casas de los vecinos sin costo para que se viera bien la vecindad y de gusto llegar a la casa, adivinaron me sacaban a patadas porque la pared no se toca para ellos... trate de pensar en como mejorar este mundo y no lo logre, intente ayudar a la vecindad y no me dejaron hacerlo, tenia muchas ideas algunas muy grandes para poder realizarlas y no tome en cuenta aquellas que eran demasiado insignificantes para darles una oportunidad, lo medite y me dije a mi mismo ¿porque no?, así que salí de mi casa me senté en una silla que previamente había sacado y solamente les decía a cada persona que pasara por la calle -que tenga un buen día- todos los días después de regresar del trabajo, no era mucho y aveces la gente estaba un poco inquieta por saludar a todos pero con algo se empieza, por lo general soy una persona muy reservada y no platico mucho sino es con amigos y familiares, pero me decidí a darle un oportunidad a una idea que sabiendo que era muy sencilla para mí no le di el valor que se merecía, ahhh por cierto desde aquella vez fue hace 4 años y sigo recibiendo a todos los que pasan por mi casa para saludarlos y la vecindad es mucho mejor que antes, si tienen tiempo y pasan por Boca del Río, Ver. los recibiré con mucho gusto y también les daré un gran saludo de mi parte. Me extendí en lo que quera dar a entender pero creo que vale la pena darle la oportunidad a todas las ideas que tengamos ya que al fin y al cabo todas vienen de mismo lugar. Saludos y que tengan un buen inicio de semana.

0 comentarios:

Post a Comment